Joan_Torres
Los lugares Patrimonio de la Humanidad de Suiza
La lista de los lugares que son Patrimonio de la Humanidad en Suiza es una muestra más del enorme potencial natural, cultural y artístico de este pequeño país. Con una extensión de poco más de 41.000 m2 (poco más que la de Cataluña), el país ha logrado introducir 12 lugares en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, desde 1983.
La lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco
Esta lista la forman un total de 1.018 lugares en todo el mundo. Para formar parte de ella es necesario que sea un lugar con una especial relevancia, ya sea en el ámbito cultural, en el natural, o una mezcla de los dos. Así, tendremos tres tipos de patrimonio: culturales, naturales o mixtos.
Lugares Patrimonio de la Humanidad en Suiza
Como decía, la lista está formada por 12 lugares que se distribuyen a lo largo de todo el país. Cada uno de ellos merece un artículo en nuestro blog, un proyecto que queremos acometer a lo largo de los próximos meses.
De momento hemos creído interesante agrupar todos estos 12 sitios, para poder localizarlos en un mapa. En él se sitúan los doce lugares, con el fin de que tengas accesible en tu teléfono móvil todos ellos. Hemos añadido una breve nota a cada uno de los lugares, así como una imagen del lugar. Confiamos en que te resulte práctico.
Casco antiguo de Berna
Año inclusión en el Patrimonio de la Unesco: 1983
Viajar a Berna, a la capital de Suiza, es un viaje en el tiempo hasta la Edad Media gracias a su casco histórico, Patrimonio de la Humanidad desde 1983, uno de los mejor conservados de Europa. La ciudad pone ante el visitante algunos edificios tan importantes como la Torres del Reloj, del s. XII, la colegiata, las arquerías comerciales del siglo XV o sus espléndidas fuentes.
Los castillos de Bellinzona
Año inclusión en el Patrimonio de la Unesco: 2000
Los tres castillos de Bellinzona son auténticas joyas que forman parte del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde el año 2000. Los castillos de Sasso Corbaro, de Montebello y Castelgrande forman un complejo medieval realmente único y de enorme interés para públicos de todas las edades. De enorme importancia durante aquella época, este enclave ejercía un férreo control de acceso al valle del Ticino y al San Gotardo.
Ferrocarril rético
Año inclusión en el Patrimonio de la Unesco: 2008
El nombre de este ferrocarril viene de la región de Retia, antigua provincia romana que abarcaba los Alpes centrales. En esta escarpada zona se construyó una de las obras de ingeniería más impresionantes del siglo XX. Construido en 1903, el trayecto se abre paso por las montañas de Graubünden por túneles i viaductos imposibles. El tramo entre Albula/Bernina sería reconocido como Patrimonio de la Humanidad por Unesco como un reconocimiento al titánico esfuerzo de las personas que trabajaron en él, además de por los extraordinarios parajes naturales por los que transcurre. Este viaje de 122 km atraviesa 196 puentes, 20 municipios y 55 túneles.
La obra de Le Corbusier
Año inclusión en el Patrimonio de la Unesco: 2016
La obra de este genial arquitecto entró a formar parte del Patrimonio de la Humanidad, en la categoría de bien cultural, junto con otras construcciones diseñadas por él en varias partes del mundo. Su auténtico nombre era Charles-Édouard Jeanneret-Gris, aunque adoptaría el seudónimo de Le Corbusier a los 29 años de edad. Además de Alemania, Argentina, Bélgica, Francia, India y Japón, dos obras de las ejecutadas en Suiza fueron incluidas: la pequeña villa Le Lac, en Corseaux, y el edificio de Ginebra llamado Clarté, dos ejemplos emblemáticos de la nueva concepción arquitectónica de este extraordinario arquitecto y pensador.
Yacimientos palafíticos de los Alpes
Año inclusión en el Patrimonio de la Unesco: 2011
La Unesco decidió incluir un total de 111 yacimientos de los miles que existen por toda el área alpina. De ellos 56 se encuentran en Suiza. Por palafitos se entienden las viviendas que mediante pilares o estacas de madera se levantaron sobre el agua a partir del Neolítico. Estos yacimientos permanecen en muchos casos bajo las aguas de lagos, o en las orillas de ríos o pantanos, manteniéndose en excelentes condiciones al estar protegidos de las condiciones climatológicas adversas. Son un excelente testimonio de la vida de los habitantes de Europa Central, hace 7.000 años. Ante la dificultad de ver estos yacimientos arqueológicos hemos incluido en nuestra lista dos museos en los que es posible saber más de este extraordinario patrimonio histórico: El Museo arqueológico de Neuchatel y la Villa lacustre de Gletterens.
Abadía de Saint Gall
Año inclusión en el Patrimonio de la Unesco: 1983
Situada en la ciudad con el mismo nombre, esta abadía ha sido durante muchos siglos uno de los principales centros benedictinos de Europa. Construida en 820, su aspecto recuerda más a una pequeña ciudad que a los monasterios a los que estamos acostumbrados. Su biblioteca, con más de 170.000 libros, es un claro testimonio de la importancia de este centro cultural y religioso a lo largo de los siglos. En ella se guardan documentos extraordinarios, así como manuscritos de un valor incalculable.
Las ciudades de La Chaux-de-Fonds y Le Locle
Año inclusión en el Patrimonio de la Unesco: 2009
Estas dos pequeñas localidades están consideradas la cuna de la industria relojera de Suiza. El urbanismo con el que se levantaron nuevas construcciones tras diversos incendios, con el fin de dotar a la comunidad de una industria sólida y dotada de los servicios necesarios para sus trabajadores, se aprecia en este conjunto Patrimonio de la Humanidad desde 2009. Toda la planificación urbanística se llevó a cabo, como se puede apreciar al recorrer sus calles, priorizando la luminosidad y la fluidez del tráfico.
Sitio tectónico del Sardona
Año inclusión en el Patrimonio de la Unesco: 2008
Esta formación montañosa del noreste de Suiza cuenta con siete cimas que superan los 3.000 m de altura. En este enclave, de enorme importancia geológica, se aprecia claramente el proceso de formación de los Alpes, tras el choque de las placas continentales de África y Europa. Esta zona encierra un enorme valor desde el punto de vista científico y educativo, ya que ofrece una perspectiva de la formación del continente Europeo de extraordinario valor, y encierra uno de los misterios a los que se enfrentan los científicos: la sedimentación de los materiales más recientes en estratos inferiores, respecto de aquellos con más antigüedad.
Convento benedictino de Saint-Jean-des-Soeurs en Müstair
Año inclusión en el Patrimonio de la Unesco: 1983
Este centro religioso guarda en su interior impresionantes tesoros pictóricos, con una colección de frescos del siglo IX, únicos en el mundo por sus dimensiones y por su calidad. Representan Historias del Antiguo y del Nuevo Testamento. Su torre del año 960 es la más antigua de esta región alpina. Se puede acceder a ella para disfrutar de unas vistas impresionantes.
Terrazas de los viñedos de Lavaux
Año inclusión en el Patrimonio de la Unesco: 2007
Las terrazas en las que crecen los viñedos de Lavaux se alzan a orillas del lago Lemán, a lo largo de más de 30 km. Estas terrazas, con más de 800 años de antigüedad, son un testimonio de la simbiosis entre la agricultura y la ecología que practicaron desde hace siglos los monjes cistercienses que cincelaron las laderas de las estribaciones en las que se amontonan las terrazas de Lavaux. Perfectamente orientadas para aprovechar al máximo la luz solar, así como la radiación aportada por el reflejo del lago Lemán. La utilización de muros de piedra para sustentar los diferentes escalones en los que se asientan los viñedos les confieren, además, un aporte extra de calor. Todo ello permite obtener un producto de gran calidad. Unido a la gastronomía de Lausane, la visita a los viñedos de Lavaux se convierte en un viaje gastronómico de primer orden.
Monte San Giorgio
Año inclusión en el Patrimonio de la Unesco: 2003
Esta montaña cubierta de bosques se alza hasta los 1097 m en medio del lago Lugano. La importancia de este enclave arqueológico radica en los valiosísimos yacimientos encontrados de diferentes especies de peces así como 30 reptiles marinos y terrestres. Además, los investigadores encontraron cientos de animales invertebrados y plantas de la edad triásica media hace 245 a 230 millones de años. Muchos de los fósiles encontrados se exponen en el Museo de Fósiles de Meride.
Alpes suizos Jungfrau-Aletsch
Año inclusión en el Patrimonio de la Unesco: 2001
Este conjunto montañoso formado por el Eiger, Mönch y Jungfrau, así como el Gran Glaciar Aletsch, obtuvo el reconocimiento de la Unesco, y la inclusión en el Patrimonio de la Humanidad en el año 2001. No sólo se valoró el gran interés paisajístico de estas impresionantes cumbres y de los alrededores en los que se encuentran. Igual de importantes resultan los datos que arrojan sobre la formación de las montañas y de los glaciares. Además, el glaciar Aletsch tiene un papel educativo de gran importancia sobre los efectos del cambio climático, ya que es un glaciar fácilmente accesible, en una excursión con guía. El glaciar Aletsch puede contemplarse desde distintos puntos panorámicos, como desde Moosfluh, el Bettmerhorn, el Eggishorn y el Jungfraujoch. A los cuatro se puede llegar fácilmente en funicular o teleférico.
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