Gran Ruta de Suiza en tren hasta las cataratas del Rin

¿Qué le parecería recorrer algunos de los mejores tramos de la Gran Ruta de Suiza y adentrarse en los lugares más bonitos del país? Nuestro itinerario de 8 días a bordo de los trenes suizos le permitirá hacerlo, conocer algunas localidades como Lucerna, Interlaken, Montreux, Zermatt, Chur, Saint Moritz, Lugarno o San Gallo, y descubrir los secretos mejor guardados del país helvético.

Esta Gran Ruta de Suiza hasta las cataratas del Rin recupera la esencia del auténtico viaje, desplazándose en tren, como antiguamente, disfrutando de la mejor red ferroviaria del mundo. Cada día tendrá su asiento reservado a bordo del famoso Golden Pass, del Gotthard Panorama Express, del Bernina Express, o del Glacier Express, un tren con una historia que ha fascinado a los viajeros desde hace siglos.

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La Gran Ruta de Suiza en tren

La Gran Ruta de Suiza en tren es una oportunidad excepcional de desplazarse por el país, a bordo de diferentes rutas panorámicas, algunas tan conocidas como el Glacier Express o en Bernina Express. En esta ruta, además, confluyen algunas de las localidades más interesantes del país helvético, como son Zúrich, Interlaken, Montreux, Zermatt, Saint Moritz, Lugano o Lucerna, mientras avanzamos por once grandes lagos, nos acercamos a cinco lugares que forman parte del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, en un recorrido de más de 1.280 km. 

En este artículo conocerá con detalle los lugares más destacados de la Gran Ruta de Suiza, y muchos de sus secretos. Tal y como hemos diseñado este itinerario, terminará en la ciudad de Schauffausen, el lugar en el que el estruendo de las cataratas del Rin estremecen a los visitantes

Las cataratas del Rin

En la bonita ciudad de Schaffahusen se encuentran las cataratas del Rhin (también conocidas por su nombre alemán, Rheinfall), un espectáculo natural que atrae a viajeros de muchas partes del mundo. Este salto de agua, el mayor de Europa, obliga al río  a ampliarse hasta llegar a los 150 m, distancia que separa a las orillas, para dar cabida al enorme caudal de agua que se lanza desde lo alto.